musiica
20/5/11
¿QuE eS El cUrRiCuLuM vItAe?
El curriculum vitae es una recopilación de todos los datos académicos y experiencia de una persona a lo largo de su vida independientemente del puesto de trabajo al cual se opta en el proceso de selección.
Los profesionales dedicados a la contratación de personal esperan que el curriculum vitae sea la expresión clara y concisa de informaciones sobre los datos personales, la formación y la experiencia profesional de la persona que aspira a un empleo.
El curriculum vitae cumple una triple función:
· Presentarte a tu futuro empleador.
· Concentrar la atención durante la primera entrevista sobre los aspectos más importantes de tu personalidad y de tu recorrido académico y laboral.
· Después de la entrevista, recordar a tu futuro empleador los datos que mejor hablan de ti.
De los puntos fuertes de tu biografía, tu curriculum vitae debe resaltar los que están en perfecta adecuación con la función que debes desempeñar en la empresa, pero sin mentir. Esto significa que a lo mejor debes modificar tu curriculum dependiendo del puesto de trabajo al que te presentes.
Cómo estructurar tu curriculum vitae
Primero es preciso darle un título: "curriculum vitae" de (nombre y apellidos de la persona), o solamente "curriculum vitae".
A continuación, vienen las diferentes partes que un curriculum vitae siempre debe tener, distribuidas de la siguiente manera:
Datos personales: nombre y apellidos, lugar y fecha de nacimiento, estado civil, dirección personal, número de teléfono de contacto, dirección de correo electrónico, etc.
Formación académica: estudios que has realizado, indicando fechas, centro, y lugar donde han sido realizados.
Otros títulos y seminarios: estudios realizados complementarios a los universitarios que mejoran tu formación universitaria, indicando las fechas, el centro y el lugar donde fueron realizados.
Experiencia Profesional: Experiencia laboral relacionada con los estudios universitarios o que puedan ser de interés para la empresa que desea contratarte. No olvides señalar las fechas, la empresa dónde trabajaste y las funciones y tareas llevadas a cabo.
Idiomas: En este apartado mencionarás los idiomas que conoces y tu nivel. Si obtuviste algún título reconocido, como por ejemplo el 'First Certificate' en Inglés, que acredite tus conocimientos en estos ámbitos, indícalo.
Informática: Señala aquellos conocimientos informáticos que poseas: sistemas operativos, procesadores de texto, hojas de cálculo, bases de datos, diseño gráfico, Internet, etc.
Otros datos de interés: en este último apartado señala todos aquellos aspectos que no han sido incluidos todavía, tales como: carné de conducir, disponibilidad, etc.
30/4/11
L@ eScUcHa AcTiiVa
Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. Pero, ¿qué es realmente la escucha activa?.
La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. ¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar?. Existen grandes diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.
Elementos que facilitan la escucha activa:
- Disposición psicológica: prepararse interiormente para escuchar. Observar al otro: identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.
- Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.) y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).
Elementos a evitar en la escucha activa:
- No distraernos, porque distraerse es fácil en determinados momentos. La curva de la atención se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continua y vuelve a ascender hacia el final del mensaje, Hay que tratar de combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del mensaje con objeto de que nuestra atención no decaiga.
- No interrumpir al que habla.
- No juzgar.
- No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.
- No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: “no te preocupes, eso no es nada”.
- No contar “tu historia” cuando el otro necesita hablarte.
- No contraargumentar. Por ejemplo: el otro dice “me siento mal” y tú respondes “y yo también”.
- Evitar el “síndrome del experto”: ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.
8/4/11
Los perro0s pitbull y su historia
Amados, temidos, apreciados, odiados, respetados, discriminados. Los American Pit Bull Terrier han pasado por todo. Desde un pasado como perro de peleas, hasta condecoraciones por servir en el ejército, esta raza posee una rica y variada historia, que los coloca a ambos lados de la orilla: la del amor y la del desprecio.
Con su pelaje corto y lustroso y su variedad de tamaños y colores, es difícil para algunos distinguirlos de razas similares, pero cuando se está ante el fornido cuerpo de un Pitbull, con sus musculosas extremidades, su ancho cuello y su fuerte cabeza, no cabe ninguna duda.
Sin estar registrado en la Federación Cinológica Internacional ni en la American Kennel Club, el Pitbull posee varios estándares emitidos por diversas asociaciones que sí cuentan con la raza entre sus filas. Sin embargo, esto no ayuda a considerarla como una raza oficial, ni colabora en la relación maliciosa que constantemente se hace con todos los ataques en los que perros de las llamadas “razas peligrosas” se ven involucrados.
Lejos de la mala fama extendida de los Pitbull, este animal puede convertirse en la mejor de las mascotas.
HISTORIA DEL PIT BULL
El Pitbull es una raza, no es una raza, es el nombre de un grupo en el que se mezclan determinadas características compartidas por determinados perros… Uff, tanto se dice al respecto y pocos son los que logran ponerse de acuerdo. ¿Lo cierto? Sí, lo cierto es que todas estas razas de aspecto similar, aunque algunas características diferentes, tienen un ancestro en común y un origen demasiado difuso para expresarlo de manera certera.
¿Los hechos? Se supone que el Pitbull tiene su origen en el Imperio Romano, o al menos lo tienen algunos de sus parientes que luchaban en los ejércitos de Roma. Tanta era su ferocidad y su desempeño al frente de las tropas, que estos canidos pasaron a formar parte de los espectáculos de divertimento para la sociedad de la época. “Pan y circo” para todos, y los perros luchando en la arena.
Siguiendo con las suposiciones, de alguna manera, ejemplares de este tipo de perro sanguinario llegaron a Gran Bretaña y comenzaron a ser utilizados por los carniceros para manejar a los toros. Si traducimos la palabra “toro” del español al inglés, obtenemos un término que ha formado parte del nombre de esta y otras razas afines: “bull”. Conocidos como “bulldogs”, estos perros comenzaron a luchar contra los toros en peleas organizadas por sus dueños, para mostrar el desempeño de sus mascotas. En este punto debemos aclarar algo: el bulldog de aquellas épocas poco tiene que ver con el Bulldog Inglés actual. En cambio su fisonomía era muy similar a los Pitbulls que conocemos en estos tiempos, aunque eran mucho más grandes y feroces.
A estos encuentros se los llamaban “bull-baitings” y tuvieron gran popularidad entre los siglos X y XVII. Además de los toros, el oso era uno de los oponentes preferidos por los seguidores de este sangriento “deporte”. Se cree que como muchos “criadores” de aquella época mantenían la discreción para no revelar cómo obtenían ejemplares tan grandes, fuertes y feroces, este secreto de sumario llevó a que no se pueda rastrear completamente el origen de este animal.
Por suerte, en 1835 el gobierno de Inglaterra prohíbe estas peleas. Pero la sed de sangre y acción no estaba acabada, y la nueva genialidad consistía en meter en una fosa a los animales para que luchen contra ratas. El que más ratas mataba en menos tiempo era el ganador. La palabra “fosa” en inglés se traduce como “pit”, de aquí la unificación para formar la palabra “pitbull”.
La clandestinidad imperaba por aquella época, y rápidamente los antiguos organizadores encontraron otra manera de demostrar el coraje de sus perros, por lo que lograron hacerlos pelear entre ellos. Era el triunfador el que quedaba vivo. Este tipo de peleas era más simple de pasar desapercibida, pero para luchar en las mismas, se requerían perros más ligeros, aunque igualmente fuertes. En este punto hay muchas teorías circulando, sin embargo la más probable es la que asegura que para conseguir esta ligereza en los animales, se comenzaron a cruzar bulldogs con terriers, perros delgados y ágiles que se usaban para cazar bajo tierra, con el fin de que lograran introducirse en las madrigueras. De aquí surgiría la última palabra que compone el nombre oficial de estos perros: Pitbull Terrier.
Debido a su relación con las peleas clandestinas, la American Kennel Club (AKC), una asociación prestigiosa que reunía a las razas de perros reconocidas hasta el momento, se niega a incluir al Pitbull en su lista. En reacción a su negativa, surge el United Kennel Club (UKC), que permitía anotar a todas aquellas razas excluidas de la otra asociación. En esa época el Pitbull Terrier pasó a ser la cara del escudo de esta organización.
Tuvieron que pasar muchos años para que la AKC sumara esta raza a sus filas; fue en la década del sesenta y lo inscribió con otro nombre, para evitar la relación con su mala reputación de antaño: American Staffordshire Terrier, en honor al condado inglés en donde esta raza se habría originado.
Digamos entonces que por aquella época el mismo perro estaba inscripto con diferentes nombres, en dos asociaciones distintas. Pero con el paso del tiempo y las diferentes cruzas, el American Staffordshire Terrier llegó a diferenciarse del (ahora también) American Pitbull Terrier, aunque mucha gente, aún hoy en día, los confunda, y asocie estas dos razas y alguna más (como por ejemplo el Bull Terrier) bajo el simple nombre de “pitbulls”.
Con su pelaje corto y lustroso y su variedad de tamaños y colores, es difícil para algunos distinguirlos de razas similares, pero cuando se está ante el fornido cuerpo de un Pitbull, con sus musculosas extremidades, su ancho cuello y su fuerte cabeza, no cabe ninguna duda.
Sin estar registrado en la Federación Cinológica Internacional ni en la American Kennel Club, el Pitbull posee varios estándares emitidos por diversas asociaciones que sí cuentan con la raza entre sus filas. Sin embargo, esto no ayuda a considerarla como una raza oficial, ni colabora en la relación maliciosa que constantemente se hace con todos los ataques en los que perros de las llamadas “razas peligrosas” se ven involucrados.
Lejos de la mala fama extendida de los Pitbull, este animal puede convertirse en la mejor de las mascotas.
HISTORIA DEL PIT BULL
El Pitbull es una raza, no es una raza, es el nombre de un grupo en el que se mezclan determinadas características compartidas por determinados perros… Uff, tanto se dice al respecto y pocos son los que logran ponerse de acuerdo. ¿Lo cierto? Sí, lo cierto es que todas estas razas de aspecto similar, aunque algunas características diferentes, tienen un ancestro en común y un origen demasiado difuso para expresarlo de manera certera.
¿Los hechos? Se supone que el Pitbull tiene su origen en el Imperio Romano, o al menos lo tienen algunos de sus parientes que luchaban en los ejércitos de Roma. Tanta era su ferocidad y su desempeño al frente de las tropas, que estos canidos pasaron a formar parte de los espectáculos de divertimento para la sociedad de la época. “Pan y circo” para todos, y los perros luchando en la arena.
Siguiendo con las suposiciones, de alguna manera, ejemplares de este tipo de perro sanguinario llegaron a Gran Bretaña y comenzaron a ser utilizados por los carniceros para manejar a los toros. Si traducimos la palabra “toro” del español al inglés, obtenemos un término que ha formado parte del nombre de esta y otras razas afines: “bull”. Conocidos como “bulldogs”, estos perros comenzaron a luchar contra los toros en peleas organizadas por sus dueños, para mostrar el desempeño de sus mascotas. En este punto debemos aclarar algo: el bulldog de aquellas épocas poco tiene que ver con el Bulldog Inglés actual. En cambio su fisonomía era muy similar a los Pitbulls que conocemos en estos tiempos, aunque eran mucho más grandes y feroces.
A estos encuentros se los llamaban “bull-baitings” y tuvieron gran popularidad entre los siglos X y XVII. Además de los toros, el oso era uno de los oponentes preferidos por los seguidores de este sangriento “deporte”. Se cree que como muchos “criadores” de aquella época mantenían la discreción para no revelar cómo obtenían ejemplares tan grandes, fuertes y feroces, este secreto de sumario llevó a que no se pueda rastrear completamente el origen de este animal.
Por suerte, en 1835 el gobierno de Inglaterra prohíbe estas peleas. Pero la sed de sangre y acción no estaba acabada, y la nueva genialidad consistía en meter en una fosa a los animales para que luchen contra ratas. El que más ratas mataba en menos tiempo era el ganador. La palabra “fosa” en inglés se traduce como “pit”, de aquí la unificación para formar la palabra “pitbull”.
La clandestinidad imperaba por aquella época, y rápidamente los antiguos organizadores encontraron otra manera de demostrar el coraje de sus perros, por lo que lograron hacerlos pelear entre ellos. Era el triunfador el que quedaba vivo. Este tipo de peleas era más simple de pasar desapercibida, pero para luchar en las mismas, se requerían perros más ligeros, aunque igualmente fuertes. En este punto hay muchas teorías circulando, sin embargo la más probable es la que asegura que para conseguir esta ligereza en los animales, se comenzaron a cruzar bulldogs con terriers, perros delgados y ágiles que se usaban para cazar bajo tierra, con el fin de que lograran introducirse en las madrigueras. De aquí surgiría la última palabra que compone el nombre oficial de estos perros: Pitbull Terrier.
Debido a su relación con las peleas clandestinas, la American Kennel Club (AKC), una asociación prestigiosa que reunía a las razas de perros reconocidas hasta el momento, se niega a incluir al Pitbull en su lista. En reacción a su negativa, surge el United Kennel Club (UKC), que permitía anotar a todas aquellas razas excluidas de la otra asociación. En esa época el Pitbull Terrier pasó a ser la cara del escudo de esta organización.
Tuvieron que pasar muchos años para que la AKC sumara esta raza a sus filas; fue en la década del sesenta y lo inscribió con otro nombre, para evitar la relación con su mala reputación de antaño: American Staffordshire Terrier, en honor al condado inglés en donde esta raza se habría originado.
Digamos entonces que por aquella época el mismo perro estaba inscripto con diferentes nombres, en dos asociaciones distintas. Pero con el paso del tiempo y las diferentes cruzas, el American Staffordshire Terrier llegó a diferenciarse del (ahora también) American Pitbull Terrier, aunque mucha gente, aún hoy en día, los confunda, y asocie estas dos razas y alguna más (como por ejemplo el Bull Terrier) bajo el simple nombre de “pitbulls”.
2/3/11
comentario
¿Qué es un comentario?
Concepto:
Es un texto sobre otro texto que está esencialmente llamado a condensarlo o comentarlo, convirtiéndolo en una herramienta escritural para la constitución de una cultura académica.
Un comentario no es un resumen. Se trata de hacer una selección de las ideas más importantes del texto original y luego hacer una interpretación y una valoración del mismo.
El comentario es un texto selectivo y valorativo que sirve como medio excelente para ejercitar la capacidad crítica de quienes estudian un tema.
El comentario supone como el resumen, una lectura muy rigurosa del texto comentado, pero ya no con el único propósito de comprimir su contenido, sino para destacar las ideas más importantes, a juicio del comentarista, y luego someterlas a un análisis crítico.
Mientras el resumen no debe ir más allá de la obra original; el comentario toma distancia y debe ir más allá del texto comentado. Una condición básica del comentario es que debe estar referido a los enunciados del texto. Un buen comentarista tiene que hacer alusión a lo que el texto comentado dice, no hacerle decir lo que no dice. Por esta razón el resumen es una condición esencial para escribir un buen comentario. Un buen trabajo de resumen ayuda a hacer una lectura desde dentro del texto original, a escuchar los planteamientos que en él hace su autor para luego si dejar oír nuestra propia opinión sobre lo que el autor dice.
El comentario es un género textual que estaría colocado en los límites entre una lectura por dentro y una lectura por fuera de los textos.
La moderna teoría de la lectura reconoce en el comentario un diálogo entre el lector y el autor a través del texto. En este diálogo silencioso el lector interroga al texto, lo cuestiona, lo aplaude, lo pone en duda, lo glosa, le agrega su propia escritura, de la que muchas veces quedan huellas físicas en los márgenes del texto original, el comentario es, en suma, un texto que surge como resultado de la conversación entre lector y texto, en un contexto determinado.
Concepto:
Es un texto sobre otro texto que está esencialmente llamado a condensarlo o comentarlo, convirtiéndolo en una herramienta escritural para la constitución de una cultura académica.
Un comentario no es un resumen. Se trata de hacer una selección de las ideas más importantes del texto original y luego hacer una interpretación y una valoración del mismo.
El comentario es un texto selectivo y valorativo que sirve como medio excelente para ejercitar la capacidad crítica de quienes estudian un tema.
El comentario supone como el resumen, una lectura muy rigurosa del texto comentado, pero ya no con el único propósito de comprimir su contenido, sino para destacar las ideas más importantes, a juicio del comentarista, y luego someterlas a un análisis crítico.
Mientras el resumen no debe ir más allá de la obra original; el comentario toma distancia y debe ir más allá del texto comentado. Una condición básica del comentario es que debe estar referido a los enunciados del texto. Un buen comentarista tiene que hacer alusión a lo que el texto comentado dice, no hacerle decir lo que no dice. Por esta razón el resumen es una condición esencial para escribir un buen comentario. Un buen trabajo de resumen ayuda a hacer una lectura desde dentro del texto original, a escuchar los planteamientos que en él hace su autor para luego si dejar oír nuestra propia opinión sobre lo que el autor dice.
El comentario es un género textual que estaría colocado en los límites entre una lectura por dentro y una lectura por fuera de los textos.
La moderna teoría de la lectura reconoce en el comentario un diálogo entre el lector y el autor a través del texto. En este diálogo silencioso el lector interroga al texto, lo cuestiona, lo aplaude, lo pone en duda, lo glosa, le agrega su propia escritura, de la que muchas veces quedan huellas físicas en los márgenes del texto original, el comentario es, en suma, un texto que surge como resultado de la conversación entre lector y texto, en un contexto determinado.
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